Hace pocos días estuve platicando con una amiga por chat entre tantas cosas que hablamos, me contó que se había casado, me contó muchas otras cosas y hubo algo que quise compartirlo con ustedes, le pedí su autorización y ella con gusto accedió:
"Hace 25 años mi esposo solía pratcicar deportes entre ellos: baloncesto, boxeo y balonamano o volleyball. No llevaba dietas especiales, comía de todo. La practica de estos deportes y su rutina de correr todos los días, lo mantenía en un peso ideal, delgado y saludable.
Para aquella época el sufrió un accidente en su moto, lo cual lo obligó a que hiciera pausa en sus actividades físicas. Como dije antes no llevaba dietas y al estar inactivo en los deportes, comenzó a aumentar de peso hasta un 20%.
Las circuntancias lo llevaron a ser obeso. Su metabolismo se redujo. Probaba dietas que en su momento le funcionaban, pero al dejarlas volvía a ganar peso.
Un día decidió ( sólo por salud ) tomar mas agua de la habitual.
Antes sólo tomaba 16 onzas de agua al día cuando llegaba del trabajo. El resto del tiempo consumía café, jugos, refrescos gaseosos y en fines de semana, cerveza.
Ahora toma un promedio 64 onzas de agua al día ( a veces toma más).
Desde ese día hasta hoy ( han pasado seis meses ), ha perdido 20 libras y se ha mantenido. No ha hecho dietas y si decidiera hacerlas estoy segura que alcanzaría el peso que tenía en su juventud."
Cuando ella me contó eso quise comprobar que en efecto fué el agua lo que lo ayudó, por lo que hice una búsqueda y encontré estos artículos sobre un hallazgo científico:
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